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miércoles, 10 de diciembre de 2008

III.- Parte.Con la introducción de esta misiva. escrita por el Duque de Rivas para una revista Municipal y un callejero despegable, comienzo esta segunda parte del recorrido fotografíco por Rivas Vacia-madrid.
Rivas del Jarama. Fue conocido por los romanos como “la Ripia Carpetana” y con el tiempo, al castellanizarse su nombre latino, llega a su actual denominación de Rivas, unido al río que lo delimita.
El pueblo de Rivas, tiene su importancia en la Antigüedad, dada la fertilidad de las tierras que riega el río Jarama. Por causas desconocidas., yo sospecho que por la extensión de los latifundios, la villa va perdiendo esa importancia, hasta el siglo XVIII, languideciendo en el XIX, por lo cual administrativamente se une a Vaciamadrid, formando un solo termino.

1º. Su Castillo, hoy desaparecido, situado sobre el montículo, hoy denominado “cerro de Gracian Ramírez”.
Los historiadores Jerónimo de quintana en su obra “historia de la Antigüedad Nobleza y grandeza de la Villa de Madrid” (1639) y en la de José Antonio Álvarez Baena “Hijos de Madrid, Diccionario Histórico” (1789) dan noticia “de un guerrero cristiano, llamado Gracian Ramírez, que una vez salvada, la estatua de la Virgen de Atocha, en el año 720, se retiró a su castillo y aldehuela, que estaba en las cuestas de Rivas, sobre el río Jarama” después de la conquista por los árabes, de lo que hoy es Madrid.

Durante la baja Edad Media, su castillo fue una fortaleza sumamente codiciada, que perteneció a los Obispos palentinos, según se desprende del trabajo Académico de don Carlos romero de Lecea, en su obra “Privilegios Reales y Viejos Documentos de Segovia”, Capitulo IV, Joyas Bibliográficas, Madrid 1977.

2º. El Convento, hoy denominado Cristo de Rivas. En la biblioteca Nacional, bajo ficha5/2141, se encuentran los tomos de la obra del Padre Fray Pedro de San Cecilio denominada,”ANNALES DEL ORDENDE DESCALZOS DE NUESTRA SEÑORA DE LA MERCED” – “Recepción de cautivos Cristianos” editado en Barcelona en 1669.

En el capitulo XXIV, se refiere a como la Condesa del castellar, Doña Beatriz Ramírez de Mendoza, hospeda para fundar, en su casa de campo de Rivas, a los Mercenarios Descalzos, levantándose acta de dicha fundación el 21 de mayo de 1603. En el Capitulo XXV, su titulo es bien expresivo “De la fundación del convento de Rivas, tercero de la Descalcez y primero de la Provincia de San Joseph en los Reinos de Castilla”. Cuenta esta fundación con el decreto del arzobispo de Toledo, dando licencia “para fundar dicho monasterio” y lleva fecha 20 de mayo de 1604, iniciándose ese mismo año las obras correspondientes.

En el Capitulo XXVI, dice “de la fábrica del Convento de Rivas, desde su principio a fin y venia allí de la Santa Imagen del Cristo de los afligidos" ese mismo año las obras correspondientes.

En el Capitulo XXVI, dice “de la fábrica del Convento de Rivas, desde su principio a fin y venia allí de la Santa Imagen del Cristo de los afligidos".

Su arquitecto fue Juan Martínez (¿Encavo?) y su estilo arquitectónico es el denominado “a la toledana” o sea en ladrillo y piedra llagueada, se describe minuciosamente las plantas que tiene, con una capacidad para albergar a 25 monjes.

El conjunto del convento y la Iglesia, se termino de construir en el año 1628.

Este cenobio adquirió suma importancia, hasta el punto de señalar, que durante el siglo XVIII, se añadieron al edificio primitivo, dos alas más, una de las cuales se derrumbó, quedando únicamente la adosada al convento, donde se encontraba, la sala Capitular.

Buena prueba de todo esto, es que Tirso de Molina (Fray Gabriel Téllez), mercenario, cita al convento por dos veces en su “historia de la orden de nuestra Señora de las Mercedes”.

Hago una breve referencia a la capilla, que construida al estilo clásico, contiene un retablo barroco, adquirido al Obispo de Segovia, en sustitución del primitivo.

Este retablo del XVIII, con sus columnas invertidas o en estípite, tiene en el centro la imagen del Cristo atado a la columna y es obra del escultor gallego Asorey.

Por la desamortización de Mendizábal, los monjes abandonaron el convento, por lo que el conocido poeta y liberal D. Ángel de Saavedra, III Duque de Rivas, descendiente directo de la fundadora, a fin de evitar que el convento y sus posesiones, salieran a pública subasta, hizo uso de la cláusula fundacional, en virtud de la cual se estatuía, que si alguna vez, los mercenarios renunciasen o dejasen el convento, éste pasarla a los vínculos de la fundadora, revirtiendo a la familia.

Para terminar, quiero resaltar, que en su momento en 1970, sin ayuda estatal ninguna, inicio las obras de restauración y reconstrucción de un edificio del siglo XVIII, pues pensó queque salvaba una joya arquitectónica del Alfoz de Madrid, que fue declarada monumento histórico artístico en 1979.


Este escrito es copia literal, del que realizara el duque de Rivas, para una publicación municipal de Rivas Vaciamadrid, con plano adjunto.
SANTA CECILIA: UNA LEYENDA En 1156 estando un rey de ganado de cerda (así llamaban a quien lo guarda y lo apacienta) con una piara que a su cargo tenia cerca de donde está el convento de Rivas, vio subir por la parte de Vaciamadrid, un espantoso nublado despidiendo muchos y grandes truenos y relámpagos y amenazando gran tempestad de piedra y agua.

Para guarecerse de la tempestad resolvió meter el ganado en una cueva pequeña que había cerca. No pudo hacer entrar al ganado en la cueva por más que lo intentó; sospechó que dentro habría algún animal dañino y por eso el ganado huía.

Entró en la cueva y vio un resplandor y en medio de él una imagen. Salió sobrecogido y no viendo su ganado, se encaminó al lugar, dando voces diciendo: ¡Ay, lo que he visto en la cueva al pie del cerro! Llegáronse el Sr. Cura y todos juntos al lugar; entrando el Sr. Cura en la cueva y vio cercada de resplandor una imagen pequeña.

Tocó con sus manos reconociendo ser de madera, sin determinar de quien fuese.

Don Juan Ramírez empezó a construir una ermita, pero habiendo fallecido muy poco tiempo después (por el año 1170) las obras estuvieron algún tiempo interrumpidas quedando terminada en 1207. Fue trasladad a ella Santa Cecilia, siendo proclamada patrona del entonces Rivas. Durante décadas se le atribuyeron milagros, como el del caballero que cayó junto a su montura por unas peñas y al encomendarse a la santa cayó en el manso discurrir de un riachuelo salvando su vida.


EL CASTILLO DE RIVAS, llamado de Gracian ramirez.

El Castillo de Ribas, como ya es sabido, era un pequeño recinto fortificado que custodiaba el acceso al agua del río Jarama por los agricultores de la zona. Construido sobre un promontorio, vigilando los cortados del río, este edificio no soportó el desplazamiento de los centros de poder e influencia a otros lugares, alejados de estos antiguos enclaves defensivos. Así, a mediados del siglo XVI las Relaciones Topográficas de Felipe II ya daban noticia de su abandono.

La ubicación de lo que fue este modesto castillo, frente a la actual ermita del Cristo de Rivas. Lo que aporto ahora son más fotos, “in situ”, de las vistas que se aprecian desde el mismo y de los restos que son fácilmente visibles en superficie.

Como se aprecia en las fotografías aqui representadas, son piezas cerámicas y teja, de época indeterminada. La verdadera catalogación fue realizada por Basilio Pavón Maldonado, hace veinticinco años, en la revista Al Cantara (Vol. 4, 1983, pp. 377-380).

Por otro lado, la Comunidad de Madrid ha realizado varias actuaciones a raíz de las obras de mejora de los accesos de la M-823 a la Avenida de las Provincias, ya en Rivas Vaciamadrid. En la glorieta creada en dicha remodelación, se encontró un horno del siglo XVIII, pero ni rastro de vestigios medievales.

Los yacimientos arqueológicos de la zona del Cristo de Rivas y aledaños, algunos de los cuales son pertenecientes ha la Edad de Bronce, ubicados en los alrededores del Palacio del Negralejo, o los del convento del Cristo de Rivas (1603) con abundante industria lítica, así como la necrópolis existente en sus inmediaciones y la Empresa 3M.
Estas necrópolis de presumible de la época musulmana, se encuentra en un avanzado deterioro, consecuencia del abandono por parte de las distintas Administraciones publicas que al parecer siguen pensando que la mejor forma de mantener un yacimiento es no tocándolo de su sitio, ya que yo descubrí esta necrópolis por los años 70 mas o menos y lo puse en conocimiento, tanto del Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid, como al responsable en su día de Patrimonio arqueológico de la Comunidad de Madrid. D. Antonio Méndez, Vecino y Amigo de Rivas Vaciamadrid, por aquellos años.

Es de destacar la infinidad de fondos de cabaña, localizados en todas las terrazas del Río Jarama, desde San Fernando de Henares, hasta su desembocadura en el Río manzanares, con restos de cerámica Campaniforme y de otros tipos, así como una gran extensión de lugares con industria lítica, con restos de facies, “raederas”.
Una raedera es un útil lítico
prehistórico fabricado sobre una lasca (en sentido amplio), con uno o varios bordes trabajados por retoques, generalmente escamosos y mono faciales (salvo excepciones), continuos y muy regulares, que suelen ocupar todo el borde de la lasca, formando un frente funcional (corte) uniforme, sin irregularidades (cóncavo, recti-líneo o convexo), que pudo servir tanto para raer (raspar: movimiento transversal), como para cortar (movimiento longi-tudinal).[1]

Generalmente el retoque no sirve para afilar el borde, pues las lascas tienen, por naturaleza, filos cortantes; sin embargo éstos son muy frágiles; es decir, el retoque es un modo de recuperar un borde dañado o de reforzarlo para una tarea costosa. En definitiva, el frente de una raedera debe ser cortante, regular y resistente.
Debido a su variedad y abundancia, las raederas constituyen uno de los grandes grupos de útiles del
Paleolítico Medio, sobre todo del Musteriense; de hecho a veces, junto con los denticulados, se dice que forman un grupo característico: grupo musteriense. Sin embargo, pese a que no son muy abundantes, las raederas aparecen mucho antes, durante el Paleolítico Inferior y sobre-viven, aunque sean ya más escasas, hasta periodos muy recientes de la Prehistoria.
El seguimiento de los rastros es una especialidad de los animales predadores y del hombre primitivo, que ha perdurado en tribus actuales y en el cazador moderno. Este hecho que no lo incluyo por casualidad, es como conse-cuencia de la reflexión que yo mismo me hago al repasar la documentación que me a servido en gran parte como base documental autorizada a este mundo maravillo, del estudio de la historia de nuestros antepasados y en acorde a los siguientes;DOCUMENTACIMENTACIÓN DE REFERENCIA.
“Estudios de Prehistoria y Arqueología Madrileñas”, 1982, artículo, “El Negralejo, Un Nuevo Yacimiento de la Edad del Bronce en Madrid” Págs. 108 de María Concepción Blasco Bosqued, dice: que hasta ahora ninguna utilidad se encuentra a los “fondos de cabaña”, como podría ser: “hoyos de incineración”, “basureros”, “silos”, “fuegos” o los “fondo de cabaña” propiamente dichos, nada de esto satisface los estudios que de ellos se ha hecho.
Por todo ello me incentiva el pensar que presumiblemente, “LOS FONDOS DE CABAÑA” en primer lugar servían a estas civiliza-ciones primitivas como forma de eliminación de los residuos próximos ha sus cabañas y por ello su enterramiento en hoyos escavados por ellos mismos, o bien utilizando alguna ondulación pequeña del terreno próximo, o bien como forma de eliminar pruebas a próximos competidores, ya que presumi-blemente en aquella época los utensilios cotidianos no solo eran escasos, si no difíciles de conseguir, por lo que pienso, ya que soy libre de pensar, es que talvez se había creado una técnica, para despistar a posibles ¿rastreadores competidores?.

Hasta aquí la III parte, que continuara presu-miblemente, si…eso.
IV Parte, el soto del Grillo y sus entornos Medio Ambientales.

Historia de la Arqueología.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Jose Luís, no habia entrado nunca en este blog. Sólo he leído un poquito de él y me ha parecido muy interesante, te prometo seguir leyéndolo cada vez que tenga un poquito de tiempo libre.
Me gusta todo lo que huele a historia y geografía.
Pareces un trotaconventos, ¡ como te envidio!.

Un saludo, y que sigas pasándotelo así de bien.

CERROJA